miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL DEMOGORGON

La única manera que tenemos de vencerlo es estando unidos. La única forma de destruirlo es atacando todos juntos y a la vez. Ha sabido aprovecharse perfectamente de nuestras disputas para acumular una fuerza descomunal. Un tremendo poder con el que ha conseguido construir otra realidad paralela, otra dimensión donde estamos profundamente alienados.
¿Qué vemos en nuestro mundo? Comerciantes, transportistas, maestros, periodistas, abogados... Mentes de la gente consumidas por él. Hemos de entender que muchos no están listos para escapar, muchos están tan habituados, dependen tan desesperadamente de él que pelearán para protegerlo.
Nos mantiene como esclavos y no nos damos cuenta. Rige los gobiernos y manipula los medios. Provoca guerras sanguinarias con el único propósito de apaciguar temporalmente su avaricia.
¿Somos realmente libres? No podemos tomar ninguna decisión al margen de él. Trabajamos, compramos una casa y un coche, nos vamos de vacaciones... absolutamente todo está controlado por él. Somos su alimento, sus nutrientes para perpetuarse en las generaciones venideras.
Pero no perdamos la esperanza porque ya hemos dado un paso muy importante en la lucha para derrotarlo: ser conscientes de que existe y que es el enemigo. No podemos cesar en nuestro empeño aunque nos tomen por locos. Hemos de conseguir librar a la humanidad del demonio o el demonio acabará con la humanidad.
Sólo estando unidos podemos destruir a... ¡¡¡EL DEMOGORGON!!!


lunes, 5 de septiembre de 2016

La navaja de Ockham

A principios del s.XIV el filósofo y fraile franciscano inglés Guillermo de Ockham desarrolló un principio metodológico de razonamiento que muy resumidamente se puede expresar en lo siguiente: para dar solución a un problema, la explicación más sencilla suele ser la más probable.
Este principio suponía una contraposición a las complejas filosofías platónicas, donde se incluían conceptos abstractos y entidades muy teóricas para dar explicación a las cuestiones e incógnitas de cualquier disciplina. Ockham así, afeitaba como una navaja las barbas de Platón. 

Llevo desde el pasado 20 de diciembre, pasando por el 26 de junio, buscando desesperadamente razones lógicas que me explicaran los sorprendentes y desagradables resultados de las dos convocatorias de elecciones generales, los cuales nos han llevado a la situación de bloqueo institucional que tenemos actualmente. Tras leer en estos últimos meses infinidad de análisis de expertos politólogos, psicólogos, sociólogos y economistas, y tras escuchar a muchos izquierdistas con monóculo y derechistas engalonados, me dispongo muy humildemente a afeitar las barbas de Platón: la única explicación del resultado de las elecciones es que los españoles seguimos siendo un pueblo de garrulos, y el que escribe el primero.

Los grandes poderes financieros y élites económicas no pueden permitir que haya ni una ligera grieta en el sistema, ya que si la hay, esta estructura puede empezar a resquebrajarse y así los oligarcas pueden perder la posición privilegiada que quieren dejar en herencia a sus sucesores, como hicieron sus antecesores. Para ello han utilizado las dos estrategias de contención más usadas a los largo de la historia: la desinformación y el miedo infundado. Estrategias infalibles cuando se usan en un pueblo que lleva anteojeras fabricadas con titulares de periódicos manipulados. 
Somos un pueblo de garrulos y el peligro está en que… LO SABEN.

Platonianos, no le den más vueltas.