No creo en un gobierno corrupto y mentecato que maniata y amordaza al pueblo con leyes autoprotectoras. No creo en una
justicia politizada que deja impune catástrofes provocadas por la ineptitud de nuestros dirigentes. No creo en unos sindicatos chupópteros que gastan en artículos de lujo el dinero
destinado a ayudas para empleo. No creo en unos banqueros avariciosos que venden productos tóxicos para llenarse los bolsillos. No creo en
unos empresarios caníbales que oprimen a los trabajadores hasta la precariedad. No creo en una clase
política cómplice y partícipe de este sistema podrido mientras engordan sus cuentas bancarias en paraísos fiscales.
Pero no pienso rendirme y
dejar que ganen estos sinvergüenzas. Porque sí que creo en las personas buenas
y en este país hay muchas. Ya no me engañan diciendo que es imposible cambiar
las cosas porque SÍ SE PUEDE.
Como decía Loquillo, que no está loco: ¡A por ellos que son pocos
y cobardes!
Si hay que luchar se luchará, si hay que pelear se peleará, pero nunca nos rendiremos!!!!! A por ellos....
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