martes, 21 de julio de 2015

El síndrome de la thermomix

¿Conocéis a alguien que haya comprado una thermomix y se haya arrepentido? O mejor dicho… ¿que haya dicho que se ha arrepentido? Nadie. Y esto se debe a lo que yo llamo el “síndrome de la thermomix”, que explico a continuación. 
Este robot de cocina cuesta cerca de mil euros, cantidad desorbitada en mi opinión para el uso que se le puede dar; entonces, los compradores ejercen una especie de auto-defensa y auto-ayuda para convencer a los demás (y a sí mismos) de que no han hecho el panoli comprando el aparato. Cuántos comentarios habréis escuchado del tipo “es una maravilla”… “hace todo buenísimo”… “es lo mejor que he comprado”… Mentira. Han hecho el panoli.

Pues bien, estoy empezando a notar este síndrome en algunos compañeros de tertulia política. Los típicos comentarios de “son todos iguales”, “eso no tiene arreglo”, “para eso no hay dinero” etc… los empiezo a ver también como una especie de auto-defensa y auto-ayuda para convencer a los demás (y a sí mismos) de que no han hecho el panoli votando a los dos partidos que ya sabéis tengo en mente. Y no sólo aplican esta auto-defensa para justificar su voto (ya que quizás no los hayan votado), sino también para justificar que no han hecho el panoli con sus argumentos erróneos y extrapolaciones esperpénticas sobre ideas y propuestas con sentido común de otros grupos políticos que ya sabéis tengo en mente.

Para algunas personas es muy difícil admitir que se han equivocado y defienden lo indefendible (valga la redundancia) a toda costa. Para otras, equivocarse forma parte de su aprendizaje.


Mis disculpas de antemano para todos aquellos compradores de la thermomix que se hayan sentido ofendidos. Incluído yo mismo, que la compré hace unos años, pero la verdad es que es una maravilla de aparato, hace todo buenísimo, lo mejor que he comprado… ¡¡Hostia nooooooooooo!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario