jueves, 19 de marzo de 2015

La teoría de la relatividad andaluza

Hace muchos años, cuando mi buen profesor de Física don Paco Luna me explicó la teoría de la relatividad de Albert Einstein, me quedé un poco flipadillo, no lo llegaba a entender muy bien, era una sensación entre asombro e incredulidad… no sé… algo muy raro. Pues esa sensación de no entender algo, de asombro y de incredulidad es la misma que tengo cuando pienso que a lo largo de mis treinta y largos años no he vivido ningún cambio de gobierno en Andalucía.

El otro día, mientras hacía la maleta, estaba escuchando los resultados de las encuestas de intención de voto de las elecciones autonómicas para la Junta. Cuando dijeron que daban mayoría al PSOE tuve la misma reacción que cuando don Paco escribió en la pizarra la maldita ecuación: E=mc2.
Y es que a mí se me escapa algo, yo no le encuentro explicación. Después de treinta y largos años de gobierno mal-llamado socialista seguimos siendo de las comunidades más pobres y con más paro de España. Y por si no fuera poco, se destapan aquí dos de los mayores casos de corrupción de la historia de España (los EREs fraudulentos y el escándalo de los cursos de formación). Entre corrupción y malversación de fondos públicos hay contabilizados más de diez mil millones de euros de los andaluces que se han cepillado estos sinvergüenzas. Sí sí, lo he escrito bien, más de diez mil millones de euros.
Años, años y años campando a sus anchas en su cortijo, llenándose los bolsillos, subiéndose el sueldo cuando les da la gana y acordando subvenciones a sus amiguitos cubata en mano. 
Y estrambótico fue cuando la presidenta Susana Díaz adelantó las elecciones con claros fines partidistas. Y kafkiano fue cuando el mismo día que la señora Díaz rompió a su antojo el gobierno con Izquierda Unida, pactó con el PP el reparto de sillones en la cámara de cuentas (la encargada de la fiscalización del gasto público) y así poder encubrir a los ladrones de su partido. Y excéntrico fue cuando colocó en la Diputación permanente a tres preimputados del PSOE por el caso de los EREs y así blindarlos con el aforamiento.
Y ahora me pregunto yo... ¿después de todo esto, quién tiene estómago para votarlos otra vez? ¿O es que todos sus votantes son precisamente estómagos agradecidos y enchufados? ¿O es que todos sus votantes son los que han robado con los EREs y los cursos? ¿O es que todos sus votantes se han visto beneficiados por el tremendo descontrol de las ayudas agrarias del PER y otras muchas subvenciones selectivas cubateras? Y que quede claro que estoy de acuerdo con el tipo de ayuda del PER, pero por favor que haya control y regulación, que esto parece un circo.
Con todos mis respetos, si sois alguno de los votantes de mis preguntas, os digo que sois unos caraduras aprovechados y me causáis repulsión, pero comprendo que vuestro egoísmo y avaricia os haga votar de nuevo al PSOE. Pero si no sois ningún votante de los de mis preguntas, perdonadme la palabra malsonante y la acritud pero... ¿qué cojones hacéis votándolos otra vez? Y no me vengáis con el cuento del voto útil y hablando de ideologías de izquierdas porque el PSOE ya ha demostrado en demasiadas ocasiones que de izquierdas sólo le queda la "S" y la "O" de sus siglas, y nosotros mismos, los ciudadanos de a pie, le damos clases de izquierdismo, socialismo y solidaridad a estos caraduras. ¿Y no se os revuelve el estómago (aunque sea agradecido) cuando recordáis que algunos de los que votasteis la última vez se gastaron dinero público en fiestas y cocaína cuando hay niños andaluces que no pueden desayunar? Estrambótico, kafkaino, excéntrico, incongruente… lo mismo que cuando vi esa maldita ecuación en la pizarra.

Por motivos personales y laborales siempre viajo mucho, he vivido en diferentes lugares dentro y fuera de España, y allí donde estaba siempre he puesto todo mi esfuerzo en desmentir los tópicos de los andaluces, ya sabéis... que si somos vagos, que si somos catetos, que si somos mentecatos... Pero esta vez, como las encuestas de intención de voto sean acertadas, me va a resultar tan difícil desmentir el estereotipo andaluz como entender la maldita ecuación.

Recordando de nuevo a don Paco Luna y a Albert Einstein, teminaré con una de sus célebres citas: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.”

domingo, 8 de marzo de 2015

Érase una vez... by Kaleidoscopio

Mi buen amigo iracundo Kaleidoscopio por fin se ha animado a escribir un artículo para el blog. Me ha gustado mucho… ¡y seguro que los andaluces se saben muy bien este cuento! ¡Muchas gracias Kaleidoscopio! Ahí va:

Érase una vez un reino maravilloso llamado Andalucía.
Era el reino más bonito de todos, el más rico en recursos naturales, el que tenía las mejores playas, las más bonitas ciudades, y por supuesto la mejor gente.
Ese reino, antes gobernado por el malvado y despótico Caudillo Patas Cortas, pasó después de su muerte a ser gobernado por el Concilio de la Rosa, un grupo que empezó con mucha ilusión, muchas ideas de libertad, de retirar la represión existente, de dar al reino un aire nuevo cambiando las reglas del juego para que la dictadura diera paso a una democracia.
Al principio lo consiguieron, los habitantes del reino se echaron a la calle para agradecer esta lucha por la libertad, pero poco a poco sus barones, Escuredo El Ingenuo, Borbolla El Enchufista, Chaves El Caradura y Griñán El Comegambas, fueron minando la moral a sus súbditos, colocando a sus más fieles seguidores en los puestos de más responsabilidad, no respetando así los principios de igualdad, mérito y capacidad que marcaba el gran libro de La Constitución para entrar a formar parte de la función pública. Se sacaron el decretazo para colocar a todos sus votantes a vivir del cuento sin ser merecedores de tal distinción.
Crearon un invento llamado PER, una idea a priori buena para mantener el medio rural, pero lo que consiguieron a la larga fue mucho desequilibrio, fraude y descontrol.
Crearon cursos de formación para enriquecer a sus amiguitos y prejubilaban a muchos de sus amigotes sin que estos ni siquiera hubieran trabajado...
Y mientras tanto, más desempleo, más desigualdad social, más malestar y más indignación.
Pero un día llegó una jueza muy inteligente, y sobre todo muy independiente, y empezó a tirar del hilo desde lo más bajo hasta llegar a lo más alto, descubriendo todas y cada una de las fechorías que habían planeado sus barones, unos más y otros menos… y poco a poco se fueron marchando agobiados por la opinión pública y por los medios de comunicación, los cuales eran valedores de los súbditos… hasta que llegó la sucesora, Susanita La Fantástica, elegida a dedo sin haberse presentado a unas elecciones sólo porque su antecesor dimitió, sin ni siquiera tener la dignidad y la vergüenza de consultarlo con nadie, simplemente la pusieron ahí.
Llegó y hubo más paro, más corrupción, más desigualdad, más indignación, más miseria... Y cuando su herencia llegaba a su fin, llegó el Príncipe Coletas, un buen hombre muy inteligente, que enervaba a las masas y despertaba a la gente de su letargo. El miedo empezó a apoderarse de Susanita La Fantástica… ¡¡podía perder su reino, sus enchufes, sus privilegios, sus puros de 200 euros, sus viajes en primera clase, sus escoltas, su palacio de San Telmo, sus pagas, sus dietas!!.... ¿Y qué hizo? Pues decidió adelantar las elecciones en el reino, ese que antaño era el más bonito, el que más recursos tenía, el más alegre… pero que ahora todo estaba en la ruina, la gente triste, todo desmantelado, el que más paro tenía...
¿Y saben lo que pasó? Que toda esa gente amargada, arruinada, desempleada, iracunda,.. volvió a elegir inexplicablemente al Concilio de la Rosa, y Susanita La Fantástica siguió con su vida de vividora, sus privilegios, sus dietas…
¡¡Y todos sus enchufados y chupópteros fueron felices y comieron perdices, langostinos de Sanlúcar y gambas de Huelva!!

Moraleja: "Cuando el tonto sigue la linde, la linde se acaba y el tonto sigue."

domingo, 1 de marzo de 2015

El Desálbate de la Nación, by Pepe Manolo

Por fin Pepe Manolo, uno de nuestros iracundos más queridos, nos ha enviado otro de sus legendarios artículos. Hace una comparación genial entre dos “circos”, pero he de decir que esta vez estoy en desacuerdo en algunos detalles del post, por ejemplo, la comparación que hace con Alberto Garzón, ya que creo que este joven político se acerca más a la gente de izquierdas de verdad como lo son Julio Anguita o Gerardo Iglesias, que a la gente de izquierdas de “boquilla” como lo son Rosa Aguilar o Diego Valderas. Y creo que en este país hacen falta jóvenes políticos con ilusión y con ganas de cambiar las cosas como Garzón. Aun así, repito, genial artículo. ¡¡Gracias Pepe Manolo!! Ahí va:

Resulta que muchos días pongo la tele y mi sorpresa es que sea la hora que sea siempre hay un programa, ya sea a diario o fin de semana, sea por la tarde, o sea por la noche, tenemos Sálvame diario, Sálvame deluxe, y de vez en cuando también lo tenemos en los programas de resúmenes y anécdotas. Siempre he criticado el programa porque tengo considerados tanto a los tertulianos como a los personajes que pasan por allí por unos aprovechados que viven de criticarse entre ellos y marear al público. Sí, marear porque hoy me peleo contigo y mañana somos muy amigos y opinamos igual.
Esta semana llegué a casa una tarde después de trabajar y puse la tele. No me sorprendió encontrarme con el Sálvame. Cambié de canal, y ví que estaba el Debate sobre el Estado de la Nación, me dije, hombre algo interesante en la tele. Pues bien, después de “perder la tarde” saqué estas conclusiones que me gustaría compartir. En un programa los tertulianos están todo el rato comiendo y pendientes de su móvil (poco ético para un programa) en el otro estaban jugando al candy crush y cuando querían comer se piraban aunque estuvieran otros hablando (de poca vergüenza para un Congreso de Diputados). En un programa se meten unos con otros (aunque tienen cuidado de no insultarse) en el otro aparte de meterse se escucha hasta la palabra “patético”. En un programa suelen haber defensores de personas en la cárcel (la Pantoja, Ortega Cano) en el otro igual (Bárcenas, Francisco Javier Guerrero). En uno sale Karmele cantando su “soy un tsunami”, en el otro Alberto Garzón dice “salud y República”. En uno, por suerte, hay periodistas que no se dedican a criticar, sino a hacer periodismo (María Teresa Campos), en el otro, con menos suerte al ser minoritarios, políticos que hacen política y proponen soluciones (Rosa Díez).
Pues sí, en este nuevo programa también marean, porque hoy me peleo contigo y mañana somos muy amigos y opinamos igual. Por lo que para esto, me quedo viendo por las tardes el Sálvame, que al menos nos cuesta menos mantenerlos, y no tienen opción de meter la mano en el dinero del pueblo.