Nuestro amigo iracundo Pepe Manolo se ha superado en este artículo que nos manda. ¡Gracias Pepe! ¡Espero que os guste!
Buenas, el otro día os
quise comentar uno de mis juegos de cuando era niño y que ahora no me gusta
pero sigo jugando. Pues bien, hoy voy a hablar de uno de los cuentos que
también te cuentan de niño y que tampoco me gusta pero te lo siguen contando
todas las noches en los informativos de la tele, y no es precisamente para que
te duermas, sino para que no puedas ni dormir “endemoniado”.
Sí, existe un cuento que
se llama “Ali Baba y los 40 ladrones”, pero a mí los cuentos que van de
ladrones nunca me han gustado, será que
no los puedo ni ver porque el que mete la mano donde no debe… me da ganas de
jugar al puente palos, así que hoy hablaré de ratones.
Pues sí, pero como en las
redes sociales parece ser que no se puede llamar a las cosas por su nombre
porque acabas siendo más peligroso y delictivo que el que hace fechorías, pues
nada iremos resignándonos poco a poco a ir perdiendo el derecho a expresión. De
todas formas da igual, se han perdido muchos otros derechos y tampoco ha pasado
nada. Pero bueno, hoy solo quería decir que estoy harto de los ratones, si, si,
de los ratones que poco a poco se van llevando nuestro queso, y como a buen
entendedor pocas palabras bastan, hoy mi queja es sobre estos ratones. Ratones
con nombres propios de moda “Bárcenas, Magdalena Álvarez, Oriol Pujol, Francisco
Granados” y nombres ocultos en siglas como “UGT, CCOO, ERES”, y así podría
seguir hasta 40 ratones. ¿40 ratones? Creo que me quedé corto en 40, y que me equivoqué de cuento, hoy tenía
que haber hablado del flautista de Hamelin. Este cuento sí que me gusta, la
lástima es que no encontremos a ese flautista que acabe con estos ratones.
Bueno,
solo espero que este domingo la gente se revele en las urnas y dejemos de
alimentar a esos ratones y aparezcan más candidatos a flautistas, que sin
darles oportunidad, no sabremos cómo suena la flauta.
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